El fin del mundo"
Este no es el fin del mundo, pero al menos el punto más al suroeste de la Europa continental y, sin duda, una de las mayores características geográficas de Europa.
En honor a San Vicente, que también dio nombre al cabo, se encuentra una antigua capilla y el faro más brillante del continente. Se encuentra en una meseta rocosa de 100 m de largo, 37 m de ancho y 60 m de altura. El faro envía un haz de luz 90 km mar adentro para el tráfico de barcos y 25 km de altura para el tráfico aéreo.