Una bonita ciudad con mucho encanto y edificios muy interesantes.
La animada ciudad de hoy tiene alrededor de 27.000 habitantes y tiene mucho que ofrecer. A diferencia de otros lugares del Algarve, Lagos no vive exclusivamente del turismo. La pesca y el comercio son otras fuentes importantes de ingresos.
Tómese su tiempo para conocer esta extraordinaria ciudad. En el pintoresco casco antiguo, las zonas peatonales, las tiendas y los cafés esperan al visitante, ¡vale la pena dar un paseo! Pasee por las fortificaciones que abarcan la mayor parte de la ciudad y descubra la fortaleza Pau da Bandeira en el puerto. La plaza Praça da República está directamente adyacente al paseo del puerto, con una estatua más grande que la vida de Enrique el Navegante. El edificio de dos pisos con arcadas en el lado norte de la plaza solía ser un mercado de esclavos. Enfrente está la Iglesia de la Misericordia del siglo XVI con su portal principal renacentista.
El joyero de la ciudad, sin embargo, es la Iglesia de Santo Antonio, cuyo interior barroco atrae con tallas doradas. El museo regional está ubicado en un edificio contiguo, con arte sacro y hallazgos arqueológicos, entre otras cosas.
Definitivamente no debe perderse un recorrido por las formaciones rocosas más famosas del Algarve en Ponta da Piedade. Se puede llegar a 3 km al sur de Lagos. ¿Qué tal un viaje a la gruta en esta ocasión? Su guía turístico estará encantado de asesorarle.