La actitud de tu destino vacacional
“Cuando vas de viaje, primero tienes que tener amor por el país y su gente, o al menos no tener prejuicios. Debe tratar de encontrar lo bueno en lugar de arruinarlo a través de comparaciones críticas.” (Theodor Fontane)
La perfección en nuestras latitudes suele ser sustituida por la improvisación y la alegría de vivir, especialmente en los países del sur. Como regla general, no nos molestan las pequeñas cosas que nos molestan tanto en casa.
Recuérdese esto durante sus vacaciones, por ejemplo, cuando se va la luz, no hay agua caliente, el camarero no habla muy bien alemán, la limpieza no es perfecta, la comida no sabe tan bien, el vino no brilla en el cristal...
Llévalo con serenidad, porque eso también forma parte de unas vacaciones en el extranjero. A menudo, los lugareños no pueden entender tu enfado, porque para ellos la situación es normal. Solo déjate llevar y disfruta del sol, la arena y el mar con todo tu corazón, disfruta de tener tiempo para desconectar y no te enojes por pequeñeces, ¡no vale la pena! Y además, sería una pena para tus merecidas vacaciones. Y tal vez incluso logres llevar un poco más de paz y equilibrio de tus vacaciones a tu vida cotidiana.
Así que recuerda siempre: ¡Diferentes países, diferentes costumbres!