El antiguo pueblo de pescadores de la costa oeste ha conservado su típico encanto griego hasta el día de hoy.
El centro de la ciudad se caracteriza por su puerto y sus pintorescas tabernas, donde todavía se puede conseguir pescado fresco todos los días. Hay playas de arena a derecha e izquierda del puerto, donde también se pueden alquilar tumbonas y sombrillas en verano.