La zona de lagos salados más grande del Sahara
Los sumideros de arcilla salada en el noreste del Sahara son el área contigua de lagos salados más grande del mundo. Se extiende casi 350 km desde El Hamma cerca de Gabes hasta Biskra en Argelia. El Chott-El-Fedjadj comienza en El Hamma y se fusiona sin problemas con el Chott-El-Djerid, el más grande de los lagos salados. Al norte de este se encuentra el Chott-El-Gharsa, que llega hasta las montañas alrededor de Chebika. Hace millones de años, lo que hoy es la región del Sahara estaba cubierta por mares antiguos. Cuando las montañas se desplegaron, la mayor parte del agua fluyó hacia el mar Mediterráneo, solo en las depresiones sin una escorrentía al mar permaneció agua. Así se crearon los chotts (lagos salados). En las últimas temporadas de lluvias se reponían con agua dulce, que ahora está disponible en cantidades inconmensurables en las capas inferiores.
Después del final de la última edad de hielo hace unos 10.000 años, solo quedó una dura costra de sal, arena y arcilla debido a la alta evaporación en esta zona más caliente del Sahara. En la antigüedad, el Chott-El-Djerid se conocía con el nombre de Faraoun, que se atribuye al faraón egipcio.
El área de Chott es absolutamente hostil a la vida, ni una brizna de hierba crece en la llanura salada, ni un pájaro vuela sobre el lago casi sin agua, hay un silencio casi inquietante.
Hoy en día, la sal de mesa se extrae industrialmente en Chott-El-Djerid, pero los residentes de los lagos salados siempre han obtenido sus propias necesidades de sal allí. Una peculiaridad de la naturaleza se puede encontrar en los bordes. El yeso disuelto de París cristaliza en rosas de arena de formas extrañas que pueden tener hasta un metro de altura. Vender aumenta un poco el sustento de las personas.
A menudo se pueden observar las engañosas Fata Morganas en la brillante superficie blanca del Chott, que simulan oasis de palmeras cercanos, rodeados de lagos relucientes. Por tanto, no es de extrañar que el desierto de sal ya haya atraído a cineastas de ciencia ficción. El Chott-El-Djerid ya ha servido como ubicación para las trilogías de Star Wars.