Diosa del amor y la belleza
Como una de las doce deidades olímpicas, Afrodita fue una vez responsable de crecer y desarrollarse. Dado que un deseo anhelante también se atribuyó a la naturaleza, Afrodita se convirtió en el epítome y símbolo del amor a lo largo de la historia. En la mitología griega, es la diosa del deseo sensual, el amor y la belleza.
Cuenta la leyenda que se levantó del mar cerca de Petra tou Romiou. Afrodita es la hija de Gaia y Urano. Si hay que creer en la leyenda, Kronos, el hijo de Uranos, le cortó los genitales y los arrojó al mar por orden de su madre. Allí se dice que su semen y sangre se mezclaron con el mar y formaron una espuma tremenda. Se dice que Afrodita nace de la mezcla. A este mito le debe su apodo, el nacido de la espuma.
Sabiendo acerca de su belleza y atracción, tuvo numerosas aventuras amorosas con amantes mortales e inmortales, a pesar de que estaba casada. El afortunado o desafortunado era Hefesto, el dios del fuego y la herrería. Con el dios de la guerra Ares, con quien tuvo una estrecha relación mitológica, ya que él también era el dios de las tormentas y por tanto de la fecundación de la tierra, tuvo una relación conocida y le dio cinco hijos. También amaba a Hermes, Dionisio y Adonis, con quienes también engendró hijos.
En ese momento, sin embargo, Afrodita no era considerada la única mujer hermosa. También se decía que Hera y Atenea eran absolutamente hermosas. Así se interpuso entre las mujeres, ya que cada una de las tres reclamó el título de la más bella, una violenta discusión. El arbitraje de la disputa trajo, por instrucción del dios padre Zeus, al joven príncipe troyano Paris, quien decidió a favor de Afrodita, a pesar de varios intentos de soborno por parte de las damas. Con esta decisión, puso en marcha una piedra mucho más grande: ¡la Guerra de Troya de 10 años!
Afrodita, sin embargo, jugó con una treta traicionera: le prometió amor y belleza y le dijo que era digno de la más bella de todos los mortales: ¡Helena! Paris escuchó a Afrodita y la secuestró. ¡Un error que tuvo que pagar con su vida!
Además, se hizo una distinción entre la santa y celestial Afrodita, Urania, y Afrodita, Pandemos, que pertenecía a todo el pueblo.
Como Urania, la diosa celestial o del cielo, se convirtió en la hija adoptiva de Zeus y Dione. Gobernando como una pandemia en la tierra, representó un amor sensual e incluso comprable. Debido a esto, también se la consideraba la diosa de la moral común y la patrona de la prostitución en el templo.
Uno de los numerosos templos atribuidos a su culto aún se conserva en pequeños restos en Old Pafos. En esta una vez enorme área del templo, se hicieron sacrificios de sangre a Afrodita y se llevaron a cabo competencias artísticas y deportivas. ¡Lo que sucedió después del ejercicio es especulación y leyenda!